Después del reinado de los chokers, que fue precedido por los maxi collares, llegó la hora de dejar un poco de lado nuestro cuello y llevar nuestra atención apenas más arriba. Las caravanas vuelven a la carga y sin ningún tipo de sutilezas. Cuanto más grandes y llamativas mejor.
Pero esta tendencia nada tiene que ver con comodidad. Es transgresora y agresiva. Se trata de pendientes que llamen mucho la atención, recargados al borde del kitsch. Es una mezcla de barroco con años 80. Colores intensos, combinaciones de materiales, mucho strass (ay que miedo), borlas, flores, flecos.
Si querés llevarlo al máximo podés hacer como en pasarela: llevar un solo pendiente que resalte mucho o llevar dos distintos. Da un juego copado y levanta cualquier look simple.
El modelo que invadió la web es el de varias bolitas que caen en cascada, las hay del mismo tamaño y de menor a mayor. Visualmente es bello y femenino, con un toque sexy. Lo pueden encontrar de perlas, distintos metales o colores fantasía.
Si llevas el pelo corto, un corte bob o una melena por los hombros esta es la tendencia para vos. Queda muy sensual, sobretodo si las caravanas son más largas que tu pelo. Y si tenés el pelo largo proba con un recogido que luzca tu cuello en contraste con los aretes.
Este es el accesorio del momento así que invertí confiada porque también los vas a llevar el próximo verano, que falta mucho pero tranquila que siempre llega.
Xoxo desde Barcelona,
Vale
Fuentes: vogue/ig/whowhatwhere
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