No, no te equivocaste. Dice “gorro con visera”. Así que agarra todos los prejuicios y asociaciones negativas y déjalas de lado; porque están de moda y pueden salvarte de más de un aprieto.
Te estarás preguntando: ¿para qué carajo necesito una visera en invierno con el frío que hace? Paso a explicar: No sé de dónde saqué que el 80% del calor corporal lo perdemos por la cabeza. Suena a bolazo, lo sé. Pero desde entonces nada me abriga más que un gorro. Capaz les acabo de contagiar el efecto placebo.
Hace unas semanas les conté que estaban en tendencia las boinas; pero no puedo ignorar que es un ítem que no es para cualquiera. Y lo bueno del gorro con visera es que lo podés usar todo el año.
Sigue la línea de esta onda sporty chic que estamos viendo hace tanto tiempo. El look favorito parece ser championes, jean ajustado, buzo holgado, tapado largo y gorro con visera.
Random fact: buscando las fotos para el post noté que una gran mayoría de los outfits está acompañado de un vaso de Starbucks. No desesperen, los rumores dicen que dentro de poco van a desembarcar en el paisito y vas a poder curtir el look completo, con vasito en mano.
Volviendo al gorro, se admite para atrás y para adelante, a gusto del consumidor. Abstenerse de ponerlo hacia el costado o de dejarlo como bailando sobre la cabeza.
El clásico y a la vez más copado es el que tiene bordado nombre de ciudades.
Se termina el post y no te conté de las propiedades de salvación del gorro. Acá van: hace mucho frío para lavarte el pelo, hace mucho frío para levantarte temprano y hacer que tu melena se vea decente. Ya está, ya te convencí.
Xoxo desde Barcelona
Vale
@v_forvalentine
Fuentes: Vogue/whowhatwhere/pinterest/nymagazine
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