28 de mayo de 2015

RM REVIEW // 56 BIENNALE DE ARTE DE VENEZIA 2015 #1

Los mexicanos se pasearon por los canales en barco.
La Biennale de arte de Venezia es gigante, tiene dos parques de exposiciones llamados Arsenale y Giardini que también son dos barrios de la ciudad de Venecia. El evento no es solamente dentro de estos dos predios principales, sino que también hay varias instalaciones u obras fuera. Están además los artistas periféricos que despliegan su arte en la calle aprovechando la gran concurrencia de público que se autosegmenta. Los  primeros 3 días previos al opening oficial la ciudad se transforma en una fiesta de arte, oles inspiración por donde mires, como en esta obra random que te encontrás "tirada" en cualquier rincón de Venecia.


Hay 9.216 paneles de LCD con rostros que van cambiando en esta instalación turca llamada "The Portrait of Sakip Sabanci" del cineasta Kutlug Ataman.
Céleste Boursier-Mougenot, la artista francesa desarrolló un árbol mecánico que se comportaba como si el mismo fuese un semoviente. Y alrededor plantó un observatorio para el público presente. Tres árboles, uno adentro de un blanco impoluto pabellón y los otros dos afuera en las callecitas de Giardini haciendo el warmup.


Chiharu Shiota’s hizo " A Key in Hand " por Japon, una instalación que te hace viajar. Se genera un ambiente increíble con un techo de llaves y un barco abandonado que es muy difícil de fotografiar. Sin dudas Japón es otro de mis recomendados.


Espejos, una confusión entre  la realidad y la ilusión hacían que esta instalación solo fuera relevante gracias a su juego óptico y mi amor por las selfies.

La obra del artista israelí Tsibi Geva plantea lo que para él sería la "Arqueología del presente".

Bélgica inventó un par de robots que ponen y sacan piezas de un estante y por momentos las modifican. Lo que te llama la atención no es la tecnología del robot, que es bastante básica, sino toda la puesta en escena y el movimiento rítmico de las máquinas. 

El Pabellón de Dinamarca me resultó bastante aburrido, ni siquiera entendí bien las cajas y las ramas tiradas en el piso sin motivo aparente. Estéticamente correcto pero de mensaje confuso.


Los canadienses convirtieron su pabellón en una típica tienda de barrio de Canadá y en una especie de atelier gigante con algunas instalaciones interactivas. Fue uno de los que  más me gustó, colorido, curioso y divertido de recorrer.

Ponían las etiquetas de los productos fuera de foco en todos los envases para mostrar el comportamiento de compra de los consumidores. Quién atendía la "tienda" explicaba que la gente consume sin mirar realmente.

    Esta es una de las intentendibles obras del curador de la Biennale en Arsenale.
No sé como terminé sentada en un W.C escuchando sonidos bizarros.
 Los periféricos son hilarantes ya que necesitan hacer mucho más esfuerzo del común para llamar la atención del público y seguramente tengan  mucho menos presupuesto. En este caso lo que importa es el ingenio, por ejemplo estas dos viudas que tejían crochet en un banco de la plaza y hacían ruidos de pajarracos mientras tanto.

Estos recreaban una familia medieval en el medio del bosque, se pasaban de 6  a 8 hs parados al rayo del sol.

La Burka fashionista, o cuidadora de coches. Como estarán las cosas que cuando lo ví lo único que pensé fue: Nooo qué hace? está loca! La van a tirar al vacío. #Tristeza

Este artista pisaba tomates cherry en vivo con una gran parsimonia y un compañero que troceaba un pollo a cuchillo en la entrada de la Biennale.

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