El ruido de impresoras imprimiendo y gente en la oficina corriendo como gallinas sin cabeza con celulares en la mano ha pasado a ser un recuerdo lejano, después de tanto tiempo pensándolo finalmente has logrado renunciar a tu trabajo para adoptar el estilo de vida nómade.
Has logrado escapar de la cárcel de ocho barrotes, finalmente lograste salirte con la tuya y cortar todo vínculo de dependencia con el miserable mundo de la rutina que tanto aborrecías.
Son las 10 de la mañana y estás tomando un café Nepalí en una villa pérdida del Himalaya cuando de repente la ficha te cae, no tienes ningún plan para el resto del día, no hay ninguna reunión o llamada agendada, no hay nadie que dependa o necesite algo de vos, no tienes fecha de regreso y ni siquiera tienes un lugar a donde regresar al que puedas llamar “mi casa”. Has caído en el vacío existencial del exceso de libertad.
No todo es color de rosa para el vagabundo que como bolsa de nylon en corriente de edificios viaja libre y sin fronteras.
Estas son algunas de las dudas e interrogantes que puedes estar enfrentando:
Has logrado escapar de la cárcel de ocho barrotes, finalmente lograste salirte con la tuya y cortar todo vínculo de dependencia con el miserable mundo de la rutina que tanto aborrecías.
Son las 10 de la mañana y estás tomando un café Nepalí en una villa pérdida del Himalaya cuando de repente la ficha te cae, no tienes ningún plan para el resto del día, no hay ninguna reunión o llamada agendada, no hay nadie que dependa o necesite algo de vos, no tienes fecha de regreso y ni siquiera tienes un lugar a donde regresar al que puedas llamar “mi casa”. Has caído en el vacío existencial del exceso de libertad.
No todo es color de rosa para el vagabundo que como bolsa de nylon en corriente de edificios viaja libre y sin fronteras.
Estas son algunas de las dudas e interrogantes que puedes estar enfrentando:
- ¿Estoy haciendo esto para ser más libre y llevar una mejor vida o es que simplemente soy un vago?
- ¿Renuncié a la “rat race” por que es una fea forma de vivir o es que no lo supe abordar?
- ¿Es ésto lo que tanto quería lograr?
- Quizás estaba mejor antes cuando tenía órdenes para seguir y siendo ignorante de las posibilidades. Al menos era más fácil.
- ¿Soy exitoso realmente o simplemente me estoy engañando a mi mismo?
- ¿Será que he reducido mis estándares para poder considerarme un ganador?
- ¿Será que mis amigos que ahora están ganando el doble de lo que ganaban tres años atrás, estaban en el camino acertado?
- ¿Por qué no estoy feliz? Puedo hacer lo que sea me dé la gana y aún no logro estar felíz, será que no lo merezco?
Estos y otras dudas y miedos semejantes pueden ser superadas si las sabemos reconocer por lo que son: caducas comparaciones con la vieja y expirada mentalidad de “más es mejor” y “el dinero como vara de medida del éxito” que en definitiva, es lo que había generado el problema desde un comienzo.
Cuando la mente no esta siendo ocupada por algo mayor a ella, como la maleza en el campo, las dudas invaden.
La forma de resolverlo: poniendo el foco fuera de nosotros en algo más importante que nosotros mismos: un proyecto, una persona (como un hijo) o hasta incluso una mascota pueden servir.
Tranquilo “man”, no estás solo. Hasta a los más experimentados vagabundos del mundo les pasa, como dicen los brasileros “faz parte”, deja de autoflagelarte por favor.
Búscate una causa noble mayor a vos a la cual servir. Salvar a las ballenas, ayudar en un hogar de niños, o incluso cosas como tomar un curso para aprender el idioma del lugar, bailar tango, aprender a hacer malabares, usa la imaginación, yo comencé un blog
No te preocupes mucho por lo que vas a hacer el mes que viene o el otro o hacia dónde te estás dirigiendo y no te dejes afectar por la opinión de quienes no entienden el camino que has elegido seguir, por que como canta Serrat, “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.
Visita mi blog: www.gauchozen.com
let it be
ResponderEliminarlet it go
welcome freedom,
is yours