El feng shui siempre fue un tema que me intrigó por demás. El hecho de que la organización y disposición de los objetos de nuestro hogar u oficina puedan afectar directamente nuestra vida, desde nuestro trabajo, nuestra familia, el dinero, y lo que hoy nos trata, la salud, me parece impactante, y ¡totalmente real!
Ya sé, parece increíble, pero lo he comprobado en carne propia como lo que encierran las cuatro paredes de nuestro hogar pueden afectarnos, ¡y mucho!
Como bien dice uno de los grandes principios universales, como es arriba es abajo, todo lo que es afuera es adentro, por eso cuando observamos un ambiente, estamos también estudiando el interior del individuo que habita en ese lugar, porque lo que le ocurre a esa persona se refleja en su espacio.
Así que a prestar atención y poner manos a la obra, con algunos de estos consejitos que te voy a pasar para que tu hogar se vuelva tu aliado, y no tu enemigo intimo oculto.
Primero que nada, te quiero contar que uno no solo se alimenta de comida. . . Si leíste bien, todos los objetos que tenes a tú alrededor, todos los muebles, los electrodomésticos, los olores, las texturas, todo, absolutamente todo, lo estás ingiriendo sin darte cuenta. La energía de todas esas cosas te la estás comiendo. Es lo que se llamaría alimentación energética, la cual puede ser muy beneficiosa para vos, o completamente perjudicial. Si tu casa es un desorden, la energía de ello se transmite directamente a vos. Trata de recordar esos momentos de limpieza profunda de tu casa, en el que parece que fuiste poseída por Mónica Geller de Friends, y dejaste todo impecable. ¿Cómo te sentiste? ¿Verdad que super bien? Esta es la clara prueba de cómo nuestro alrededor afecta nuestras emociones, y en consecuencia nuestro cuerpo y salud. El orden va a generar la apertura de la energía vital que se encontraba bloqueada por el caos.
Claro, que un poco de desorden de vez en cuando no es problema, el tema es cuando vivís cada día de tu vida en un constante desorden. Es como con la comida, comer esas comidas no tan saludables de vez en cuando no tiene nada de malo, es normal, pero si cada día comes de esa comida tu cuerpo te empezará a pasar factura rápidamente. En tu casa es lo mismo, si el desorden es habitual, ese desorden se transmite a tu vida. Si queres claridad y orden en tu vida y en tu ser, debes empezar por plasmarlo en tu hogar.
Así que ya sabes, a mantener en orden tu espacio, organizando cada sector del mismo de forma que te resulte funcional, cómodo, y estético a la vista. Es como si eligieras alimentarte con un buen plato, donde todos los ingredientes son adecuados, nutritivos, y buenos para tu organismo, y apetecibles a tu ojo (no olvides que todo entra por la mirada, y en tu casa es lo mismo).
Empezá hoy mismo a organizar, libérate de todas esas cosas que ya no usas y son inservibles, todo lo que ya no utilices regálalo, dónalo a quien le pueda dar un buen uso. De esta forma se libera energía y se deja espacio a lo nuevo y a la prosperidad. En cuanto a lo que decidas quedarte, ordénalo de forma estratégica y funcional.
Otro aspecto fundamental es el aire. Cada día es necesario abrir las ventanas y puertas para airear el espacio e invitar a la naturaleza a entrar. También es buenísimo el uso de inciensos y aceites esenciales para limpiar el aire de tu casa. Así tu organismo va a absorber aire limpio y puro.
¿Y qué pasa con los colores? Trata de elegir colores preferentemente claros y suaves. Los tonos blanco, beige, azul, lavanda, verde y tierra. Ya sea en el color de tus paredes, de la ropa de cama, de las telas, de los cuadros, y objetos decorativos, los colores suaves proporcionan una sensación de bienestar, paz y de equilibrio a tu cuerpo.
En cuanto a las plantas, estas deben estar saludables, y las flores frescas siempre son la mejor opción para transmitir sensación de tranquilidad y alegría.
Respecto de los muebles se recomienda que sean preferiblemente de madera, y disponelos de tal manera de que se permita el flujo de energía.
Elimina todos los objetos rotos, los que no funcionan y también los que no utilizas. Son energía estancada que no necesitas. Si debes reparar grietas, vidrios hacelo ya.
Otro aspecto importante es la luz natural. Trata de que todos los ambientes sean iluminados con luz natural la mayor cantidad de horas posible.
¿Y qué pasa con los sonidos? Trata de ambientar tu casa con música suave, relajante, que transmita armonía.
Estos son solo algunos tips para que empieces a prestar mayor atención a cómo repercute la energía de tu hogar en tu propia energía vital. Ahora ya sabes que para estar saludable no alcanza solamente con alimentarse bien y hacer ejercicio, sino que también hay que prestar una buena atención a lo que nuestra vivienda nos dice.
Hay un montón de bibliografía y de información que te van a poder dar una guía y una ayuda más profunda si te copa este tema, y realmente queres hacer un cambio al respecto.
En vos está cambiar tu día a día, y en definitiva ¡ tu vida!
¡Nos leemos en una semana!
Naty
@natyblogger
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