En general suelo hacer oídos sordos a las críticas sin sentido, porque entiendo que muchas veces las personas solo vuelcan sus propias frustraciones, en un espacio dado para la opinión. Quienes verdaderamente quieren aportar algo valioso, se preocupan por hacerlo llegar de la mejor manera, lejos de los insultos y los prejuicios, con altura e intelectualidad.
Me preocupo por hacer este descargo, con la intención no de defender el honor de Carlos o el mío, sino con el propósito de dejarle algo a aquellos que no pueden comprender ciertas situaciones, y frente a ellas se cierran o se enojan.
Carlos, el señor cuidacoches que trabaja en frente al Club de Golf, en la esquina de mi oficina, para empezar, ya se dió cuenta de que no tiene que vivir para trabajar. Se dió cuenta de que no necesita todas esas cosas materiales, que la mayoría cree debe poseer para salir en una foto a mi lado, y no ser una burla. Carlos NO necesita COSAS para ser o PARECER, más o menos gente, más o menos digno, más o menos feliz. Tal vez algunos piensen que ser cuidacoches es una desgracia, que el que no tiene un trabajo de 8 horas en una oficina es un "pobre tipo". Tal vez por eso tenemos tanto pobres esclavos del sistema.
Esta imagen altera, rompe las reglas, nos muestra "desparejos" (Carlos no lleva ropa cara, un buen corte de pelo y ¿un iphone?) o hasta algunos lo han llamado "mi accesorio pobre".
Lo más preocupante de todo esto, no es mi relación con Carlos, o la foto en si, lo más preocupante, es que todos aquellos quienes creyeron defender el honor de Carlos, solo lo insultaron. Lo menospreciaron y lo cosificaron, con expresiones y términos aberrantes, que solamente denotan una gran intolerancia social. Una característica bastante desagradable, que solamente puede perjudicar a un pueblo, y ese es el porqué estas palabras.
@rubiamala_