El desfile de Giacobbe fue una dicotomía armónica en todo sentido: desde la locación elegida que fue el MACBA (Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires) un edificio remodelado con aires de modernidad y minimalismo, y las prendas que conformaban la colección. Lo natural se encuentra con lo artificial, como criaturas urbanas buscando su lugar en el mundo, una vuelta también a lo innato de los seres humanos.
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Ph Leila Santo
“En la naturaleza, lo bello y lo decadente conviven formando parte de una experiencia sublime. Como indicios de algo que nos trasciende, y no podemos comprender totalmente” subraya el diseñador.
La inspiración se encuentra en las obras de la pintura sueca Hilma Af Klint, pionera de la pintura abstracta de principio de S.XX. La geometría sutil y el uso de simbolismos son algunos de los detalles que vimos en el desfile, en prendas confeccionadas con telas delicadas que terminan de conformar la dualidad entre lo natural femenino y lo masculino material.
Materiales como gasas y satenes de seda en colores oníricos teñidos artesanalmente como el rosa, verde y el celeste, contrastados con géneros mas rígidos y en matices oscuros, en texturas de corte más crudo.
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